Mezclar tus finanzas personales con las del negocio es un error frecuente en emprendedores de LATAM. Según estudios, entre el 20 % y el 45 % de pequeñas empresas cierran en sus primeros cinco años debido a una mala gestión financiera. Separar tus cuentas no es solo una práctica ordenada: es la base para saber si tu negocio realmente genera ganancias.
Abre una cuenta bancaria exclusiva, registra ingresos y gastos por separado e implanta un sueldo para ti. Eso permite valorar tu tiempo y esfuerzo, planificar tu vida personal y proteger la rentabilidad del negocio. Además, hace posible calcular con precisión datos clave, como flujo de caja o margen operativo. Esta claridad te libera del estrés financiero y te sitúa en posición de tomar decisiones estratégicas, como cuándo invertir, cuándo recaudar o cuándo ajustar precios.
En definitiva: un negocio ordenado te permite crecer con sostenibilidad. Al separar tus finanzas, construyes una base sólida para un crecimiento inteligente y duradero.