Fijar precios a ojo o por intuición, sin considerar todos los costos puede hacer que vendas mucho y ganes poco. En LATAM, las micro y pequeñas empresas enfrentan altos costos en materia prima, energía, burocracia, logística y administración, lo que disminuye significativamente su rentabilidad si no se calculan bien.

Calcular el costo total real —sumando costos directos e indirectos (servicios, transporte, tu propio tiempo)— te permite establecer precios que cubran gastos, generen utilidad y respalden la sostenibilidad del negocio. Por ejemplo: si tu costo total por unidad es de $40 y lo vendes a $70, sabes que tienes un margen real del $30.

Con este cálculo, también puedes determinar descuentos estratégicos, margen para invertir en marketing o replantear tu modelo si estás operando con pérdidas. Vender barato no siempre es competitivo; vender con estrategia sí lo es. Conocer tus costos es esencial para que tu negocio sea rentable a largo plazo.